Es difícil saber cómo se siente un hombre, ya que su naturaleza no es verbal ni expresiva como la mayoría de nosotras. Veamos esas 22 señales corporales que muestra un hombre cuando le gusta una mujer: 1. No puede evitar sonreírte El lenguaje corporal masculino cuando le gusta una mujer es bastante obvio y empieza por su sonrisa. Puede ser amplia o sutil. Lo cierto es que, cada vez que te ve, se le dibuja la felicidad en el rostro con una sonrisa. Notar las señales de que le gustas a un hombre ocultas en su lenguaje corporal, puede hacer la diferencia entre quedarte sola y encontrar al amor de tu vida.
He cabalgado a lomo de los afectividad, y en tan largo viaje descubrí tu nombre y tus ojos grabados. Y cuando escudriñé el libro de mi destino, me di cuenta de que te nombraba a ti, y que se estaba construyendo un puente para cuando la casualidad de la vida nos hiciera el favor de unir al fin nuestros labios en un sublime y tierno beso. Amnistía por tener tantas ganas de verte a todas horas. Perdón por ponerme nervioso cuando tardas en responder. Amnistía por hacer de ti el amor de mi vida. Perdón por acompañar deseando estar a tu lado. Amnistía por querer hablarte constantemente. Perdón por extrañarte tanto cuando no estas a mi lado. Perdón por hacerte berrinches.
Jamás da el paso de llamarte o tener algo serio contigo. Es confuso, porque parece que juega contigo. Si hay un momento emocionante y afectivo en la vida, ese es sin duda, el momento en el que nos sentimos correspondidas en el amor. Sienta bien sentirse correspondida: Cuando la vida nos bendice con el amor del hombre que amamos, la efecto es, simplemente, indescriptible. Tan solo se trata de un instante, un aforo donde la magia y el globo se confabulan, pero cuando las miradas se cruzan, se produce el prodigio. Este tipo de hombre nos desespera y nos confunde. Desearíamos ser capaces de leerles el pensamiento, ver qué es lo que pasa por sus mentes, porque somos incapaces de entenderles. Son hombres tóxicos para nuestro afectividad, porque de una forma u otra, siempre acaban haciéndonos daño.