En griegoun adivino se llama mantis y la adivinación mantiké. No obstante, los griegos conocían también la adivinación inductiva o artificial éntecnos, tecnikébasada en la observación, hecha por el adivino, de diversos fenómenos considerados como signos evidentes seméia de la voluntad divina. Juntas abrieron el camino a las ciencias en general en la era cristiana. Atmosféricos: la lluvia, el trueno, «son signos de Zeus » diosemeiai. Visuales: cualquier encuentro inesperado, sobre todo por la mañana al salir de casa, es de buen o mal augurio. Fisiológicos: cualquier movimiento involuntario producido por la epilepsia la «enfermedad sagrada» o, sencillamente, un zumbido de oídos o un estornudo tienen un significado, pues la voluntad del hombre no interviene en absoluto. Ella les imprime diversos movimientos y les provoca gorjeos y gritos. Unas veces los mantiene suspendidos en el aire, otras veces los lanza con ímpetu, bien para interrumpir con brusquedad algunos actos, bien para que se lleven a cabo.
Para que el parto no tuviese problemas, el filósofo Platón recomendaba a las gestantes hacer ejercicio, mientras que su discípulo Aristóteles las animaba a alimentarse de manera adecuada. Era excepcional que un hombre —ni siquiera el esposo— estuviese presente en ese momento. Época entonces cuando le daba el nombradía, que generalmente era el mismo que el del abuelo. No se sabe con certeza si las niñas eran igualmente registradas. Platón dedicó cierta atención a escribir sobre los juegos infantiles, ya que pensaba que tenían una gran importancia para moldear la caché y el desarrollo del talento unipersonal.
Diversidad El teatro griego. Tragedia y farsa. Susana Reboreda Morillo. Universidad de Oviedo. Entrevista a la Dra.
A cabrón. Experimental que me entregue a su madama para emputecerle, enviciarla como se merece. Soy cacique duro. Y austero, que me gusta humillar al cabrón y a la prostituta como se merecen, busco cuernos extremos y anatomía pervertidos. La bagasa. La usare y la utilizare como quiera. La jodere.