No ocurre lo mismo con los hombres heterosexuales: si en una fiesta un hombre besa a otro en la boca, o le magrea en el trasero —actos considerados normales dentro de la heterosexualidad femenina—, la explicación sólo puede ser una, y es que es un homosexual reprimido. Con el objetivo de poner en tela de juicio tan categórica visión, la profesora de la Universidad de Riverside en Nueva York acaba de publicar Not Gay: Sex Between Straight White Men NYU Pressen el que defiende la flexibilidad sexual masculina y explica cómo los hombres heterosexuales buscan excusas para masturbarse en grupo, tocar mutuamente sus genitales o, directamente, intimar con otros varones… Pero en contextos que ellos no considerarían sexuales. Aman a las mujeres y a sus amigos Ese es uno de los puntos claves de la argumentación de Ward: la necesidad. Este determinismo sociobiologicista es muy pernicioso, en opinión de la autora, puesto que presenta al ser humano como un animal que no puede escapar a su programación.
Por Laura Ruiz. Actualizado: 16 enero Imagen: nubelo. Es decir, existen chicos que disfrutan haciendo ciertas cosas que culturalmente pensamos que son de chicas, por ejemplo salir a comprar ropa o cuidar su apariencia. Esto no quiere decir que sean homosexuales, si no que lo pasan bien haciendo levante tipo de actividades.
Tiene carencia que admirar con la alcance. Todos quieren. Hacerlo perfectamente y comportarse poco. Demora una.