Notas Los pensamientos son libres, dice una canción popular alemana. Se puede comprender que fue prohibido cantarla en el tercer Reich. Somos libres para pensar por cuenta propia. Hoy en día, en muchos países parece que ha desaparecido la autoridad que dicta los pensamientos, la censura.
Esto implica examinarlas desde un punto de vista crítico y estético, estableciendo amistades entre la propuesta musical y el contexto histórico-social en el que fue creada. La materia, que supone una continuación y una especialización de los conocimientos, destrezas y actitudes adquiridos durante las etapas educativas anteriores, se cabestrillo en dos cursos. En el bis, se profundiza en esos aprendizajes y se introducen aspectos histórico-estéticos. En levante proceso analítico se familiariza, por un lado, con procedimientos compositivos tales como la repetición, la variación, la emulación o el desarrollo; y, por otro, con la identificación de los faz estilísticos que permiten asociar las obras con un autor o autora, un género o un contexto musical acordado. El hecho de aprender a ahondar una propuesta musical no solo permite al alumnado aproximarse al procedimiento y a los mecanismos de deconstrucción de una obra, sino que le dota de las herramientas necesarias para comprender el conjunto de la propuesta y saber utilizar, en diferentes contextos, los elementos que la conforman. La interiorización de los aprendizajes de la lección, a partir del reconocimiento y la reproducción de patrones musicales, ya sean melódicos, rítmicos, armónicos o formales, permite al alumnado contar con recursos aplicables a procesos de creación o trova de obras sencillas, generando nuevas ideas sonoras. Todos estos aprendizajes se organizan en torno a cinco competencias específicas que han sido diseñadas a partir de las competencias clave del Bachillerato y de los objetivos de la etapa.
De hecho, hay muchos indicios que muestran que la destreza manual y el trabajo especializado eran apreciados y admirados por la mayoría de los helenos. Incluso existía una categoría de inventores llamados prôtoi heuretaí, «descubridores primeros», que gozaron de gran estima, hasta el punto de que algunos fueron considerados divinos, como en el caso de Apolo, inventor de la lira. El siglo de los inventos Sin achares, el siglo III a. Desde su fundación en a. Al mismo tiempo, el ambiente alejandrino tuvo mucho que ver con el interés de estos mismos científicos por el desarrollo de los autómatas. Alejandría, destino de sabios Demetrio de Falero fue un político y filósofo ateniense que se trasladó a Alejandría a principios del siglo III a. En la mano babor llevaba un tirso atado con vendas, y portaba una corona de liana de oro y racimos de piedras preciosas muy valiosos».
Nos candela. La aventura, lo nuevo, aquello que supone un apuesta en la ley de nuestras facultad o deseos. Sí, necesitamos girar. A sentirnos libres. Un aceptación, y.