Pillad palomitas, que esto se pone interesante… 1. Vigilamos que no pase nada, tenemos conocimientos de primeros auxilios, sabemos apagar fuegos de todas clases…. Creo que lo decidí a los 4 años. Nunca me he arrepentido. Y te puedes llevar un acompañante con tus billetes baratos que no paga hotel por que duerme contigo.
Dentro de esas relaciones nos movemos con personas que nos aportan, que nos dan y que podríamos decir, nos conectan con nuestra fuerza al hacernos sentir bien, y hay personas que nos quitan nuestra fuerza, nos hacen sentir mal. Fíjate que este gacetilla se podría haber titulado cómo evitar a esas personas que nos quitan la fuerza, pero, por mucho que nos pese, hay personas que nos quitan la fuerza y con las que necesitamos tratar día a fecha. Es vital tener claro qué es en concreto lo que provoca que esa persona me quite la fuerza y me haga sentir mal. Lo habitual es que se lo atribuyamos a la persona en su conjunto. Cuando veo a alguien delante de mí no sólo veo a esa persona. Mis niveles neurológicos se activan en función al ambiente en el que se mueve esa persona, a su comportamiento, sus capacidades, sus creencias, sus valores y su identidad. Puedo imaginarme a esa persona en el entorno en el que se mueve. Las personas solemos tener mucho amor a nuestros valores y cuando elegimos amigos, trabajo o incluso pediatra para el buenhijo, los valores influyen abundante aunque no nos demos cuenta.
Soy el tercer hermano, menor por 17 años con mi hermana Clara y por 19 años con Pablo, el mayor. Mi nombre es Juan Alzada, para los que no me conocen del otro relato, y tengo 43 años actualmente. Esto me pasó cuando tenía 20 años recién cumplidos, y marca el inicio de mi sexualidad. No porque antes no hubiese tenido relaciones, de hecho había estado saliendo con Rocío, 1 año menor que yo, durante casi 3 años.