Mi obsesión por que la folle uno con una buena verga se que viene de que soy poco dotado, 12 centimetros, mas bien delgada, este año hemos como he dicho nuestros juegos al vernos solos y supe que habia llegado mi momento, al reves que a mi ella una vez esta follando necesita mas, en este año ya los azotes se lo doy bien fuerte, ahora era encontrar la persona indicada. Mide 1,66 muy delgado velludo y pollón, quedamos y le hice mis preguntas, solo buscaba obedecer, no chupaba pollas no buscaba sexo con un hombre, le gustaba le pegara le retorciera la polla y los huevos si tenia casa, pues hacer de criado despues se iba a su casa y era cuando se calentaba y se masturbaba con lo vivido, follar le gustaba follar con mujeres, despues me enseñó su polla, joder, aun en reposo era mucho mayor que la mia. Comenzamos al no tener sitio el y yo no poderlo llevar a casa, ibamos al campo, empecé a comprender lo que mas le gustaba y lo que menos, le gustaba que le azotara con mi cinturon, con lo que empecé a llevar cinturon lo mas ancho posible, a pisarlo y a retorcerle la polla, cuando empecé a ya comprenderlo tras varias sesiones, ya las siguientes, lo dejaba como él buscaba, molido a palos, marcado sobretodo la espalda el pecho las nalgas y los muslos, pero es que al par de dias o tres volvia a llamarme. Sobre mujeres pronto supe que se comia una mierda, en apenas 20 dias y varias sesiones mas viendo que le daba lo que requeria, ni mas ni menos, era mi esclavo, deseando que lo llamara, ya sabia todo lo que queria saber sobre él trabajaba, vivia con sus padres, era solitario sin amigos, callado discreto y de obediencia ciega hacia mi ahora, asi que ya tenia todos los jugadores pensé, ahora era saber coloarlos en el tablero y cuando ya supe que era el adecuado empecé a decirle a mi mujer que habia un chico nuevo en mi trabajo que era de fuera y me caia bie que cualquier dia lo invitaria a comer para que lo conociera, a la vez, soliamos montarnoslo ella y yo dos veces por semana pero deje que ya pasara un par de semanas sin nada a pan y agua.
El negocio de la prostitución se ha disparado con la crisis económica. Especialmente delicado es el caso de los jóvenes que venden su cuerpo para salir adelante. Hay que tener una formación», dice. Concha Borrell repite esa frase una y otra vez en sus clases de prostitución. Sus alumnas son seis chicas que quieren anatomía prostitutas.