Este artículo ya fue guardado Para consultarlo en otro momento, visite su zona de usuario. Artículo guardado Para consultarlo en otro momento, visite su zona de usuario. El artículo no pudo ser guardado, intente nuevamente Portada El momento cumbre en una relación sexual. Es como si se destapara una reserva de agua que estaba siendo acumulada por los besos, las caricias, los roces y las miradas. Es placer puro y vivo. El orgasmo es lo que produce esa sensación placentera y suele estar acompañado de contracciones musculares y liberación de endorfinas.
Otros acontecimientos como hiperventilación y cambios cardiorrespiratorios pueden manifestarse debido al orgasmo. Fisiología Durante el orgasmo se producen numerosos cambios psicológicos, neurológicos, fisiológicos, vasculares y hormonales en la mujer. Dilatación y aumento de tamaño de la vulva. Aumento del aporte sanguíneo a los órganos genitales. Erección del clítoris. En muchos casos alcanza el doble de su tamaño habitual. Contracciones intermitentes en la musculatura de los genitales. Acrecentamiento de la presión arterial, ventilación pulmonar y del ritmo cardíaco. Elevación de los umbrales de dolor en algunas zonas partes del cuerpo.
Es necesario innovar y explorar nuevos destinos del mapa del placer para acarrear a la otra persona a un clímax inesperado y satisfactorio. Aunque el exceso de confianza en ocasiones deriva en que siempre nos movamos por los mismos sitios en los que tenemos el acierto en bandeja. Estés o no emparejado, no te acomodes. El roce de cuerpo con cuerpo en sí suele ser excitante empero si tenemos en cuenta el eficacia que tienen nuestras manos sobre la piel de la otra persona, podremos utilizarlas con cabeza. Podemos activar cada parte del cuerpo con una simple caricia, un abrazo o un amasamiento.