El monte Olimpo era el mas alto de Grecia y un lugar privilegiado para regir los destinos de la ciudad, allí moraban en grandes templos. Los dioses y las diosas Griegas mantenían desencuentros familiares que en la mayoría de las ocasiones terminaban en grandes peleas, amaban y envidiaban, sufrían y disfrutaban, tenían comportamientos humanos pero con poderes divinos. A cada dios se le dotó de un arma o elemento que le identificara. Veamos quienes eran las Diosas de la antigua Grecia y que representaban. Elpis es hija de Nix, diosa de la noche. Pues por una bella razón y es que se dice que solamente un humano puede liberar la esperanza. No en balde, es la esperanza quien nunca abandonó a la humanidad ni debe hacerlo.
Aun que hace 3. Realmente no podemos decir eso. También lo es agenciárselas el origen del Hades mítico en lugares tan reales como Alepotripa. Evocado con profusión de detalles en la poesía y el arte antiguos, el Éstige ha quedado para la posteridad como la frontera del reino de los muertos. Los actuales visitantes del Partenón tal vez anhelen un edad de reflexión íntima lejos de las multitudes, pero los peregrinos de la Antigüedad probablemente se sentirían inquietos en un lugar silencioso y deshabitado. Y esto dio paso a una máximo preocupación por la vida de ultratumba. El legado que nos transmitieron no es solamente la tenebrosa descripción del Hades, sino también el camino que siguieron para atravesar el río Éstige.
El joven adquiría de su maestro dotes que le servirían la vida entera. En la cultura griega, el placer carnal no se reducía a los discursos sexuales tradicionales, sino que se encontraba a través de muchos bienes y bajo muchas circunstancias. Sin bloqueo, no debe entenderse que los griegos lo tuvieran todo permitido en un sentido sexual, sus leyes eran bastante claras respecto a la homosexualidad y el abuso sexual hybris. El papel ocupado en el acto sexual época de principal importancia. La mujer algo valía, poco sabía y de su sexualidad conocemos sólo lo que nos ha llegado a través de los ojos masculinos. Por otra parte, las narraciones literarias de Esquilo y otros poetas hablan de mujeres que se ven a escondidas con sus amantes, usando artimañas y engaños, de lo que es posible deducir que, a pesar de sus escasas libertades y el inferior grado que tenían como personas se las arreglaban para admirar de los placeres corporales. Mito de la Argólide.