Amor, que en la mente me habla de mi dama con gran deseo, frecuentemente me trae de ella cosas que el intelecto acerca de ellas desvaría. No ve ese sol, que en torno al mundo gira, cosa tan gentil, sino en la hora en que luce en la parte en donde mora la dama, de quien amor hablar me hace. Su alma pura, que de Él recibe esta salud, lo manifiesta en cuanto conmigo lleva, que sus bellezas cosas vistas son. Allí donde ella habla, desciende un espíritu del cielo, portador de fe. De ella decir se puede: Noble es cuanto en la dama se descubre, y hermoso cuanto a ella se asemeja; y puédese decir que su semblante ayuda a consentir en lo que parece maravilla; por donde nuestra fe recibe apoyo. Por eso fue así ordenada por siempre. Cosas se advierten en su continente que muestran placeres del paraíso; quiero decir en los ojos y en su dulce risa, en donde Amor tiene su lugar propio. Por eso la dama que vea su belleza en entredicho, porque no parece humilde y quieta, mire a la que es ejemplo de humildad. Éste que humilla a todo ser perverso, fue por Aquél pensada que creó el Universo.
El que halló sus venas descansó. Pues se te ha de seguir doblada amargura de cumplir tu voluntad, no la quieras cumplir, aunque quedes en amargura. Porque el que con purísimo amor obra por Dios, no únicamente no se le da nada de que lo vean los hombres, empero ni lo hace porque lo sepa el mismo Dios; el cual, ya nunca lo hubiese de saber, no cesaría de hacerle los mismos úrico con la misma alegría y decencia de amor. La obra pura y entera hecha por Dios en el seno puro hace reino entero para su dueño. Y de dos urbanidad pena el que cumple su apetito: en desasirse y, después de desasido, en purgarse de lo que de él se le pegó. La barbilla que a la miel se arrima impide su vuelo; y el ánima que se quiere estar asida al sabor del espíritu impide su libertad y contemplación. Oración del alma enamorada.
Esta tendencia proviene de Corea y Japón donde los amantes se citan en los llamados «Love hotels» para dar rienda suelta a la imaginación. Al margen de la motivación, lo alguien es que todas las parejas buscan lo mismo: intimidad. Ubicado en un entorno privilegiado en la montaña, lejano de la localidad de Bolulla para que el ruido y la empozoñamiento lumínica no moleste e importune a los huéspedes. La situación en la que se encuentra no es únicamente ideal por la tranquilidad que se respira, sino también por la familiaridad que aporta la distancia, permitiendo encuentros furtivos alejados de miradas curiosas e indiscretas. Los bosques, altas montañas, valles y rios que los recorren son un lugar perfecto para perderse en un espacio rodeado de naturaleza y donde el romanticismo flota en el ambiente, especialmente en determinadas épocas del año. Por los montes de los alrededores se pueden llevar a cabo excursiones y rutas, si no únicamente se quiere estar en las espaciosas y cómodas habitaciones.