Sociedad Ada Funes En muchas ocasiones solemos pensar que empezar una conversación con una persona que no conocemos puede ser bastante difícil. Todo tiene que ver con nuestra forma de ser, ya que podemos ser tímidos y no nos atrevamos. Es importante mentalizarse de que se puede perder la oportunidad de conocer a alguien interesante. Aprende a dejar el miedo o la timidez de lado El miedo o la timidez no son buenos aliados. Por eso, hay que intentar deshacerse de ello cuanto antes. Hay que intentar no ser invasivo y mucho menos molesto en caso de que nos digan que no quieren hablar con nosotros o nosotras. Antes de comenzar una conversación lo mejor es relajarse y tomarse las cosas con calma. Procura que todo salga muy natural y ten en cuenta que es normal que tengas dudas y miedo a un rechazo, sobre todo si no conoces a la otra persona.
Se breve Ser mejores conversadores. Pues creo que hablar, hablamos mucho. Pero de ahí a tener buenas conversaciones hay una gran distancia. En ciertos rangos de edad y en determinadas antecedentes, la gente prefiere mandar mensajes, antiguamente que hablar. Y lo reconozco, yo soy el primero que abuso del teléfono. Siempre por algo relacionado con lo que estamos hablando, pero que creo que la mayoría de esas veces debería dejarlo apartado. Creo que es algo que debería enseñarse en clase. A continuación os dejo un resumen de la charla, y al final del artículo el vídeo completo.
Nuestro instinto nos lleva a revisar experiencias propias similares a las que cuenta nuestro interlocutor. Y entonces esperamos que acabe de contarlo -sin escuchar demasiado- para poder contar lo nuestro. Esa es la base de todo lo que viene a continuación. No quieras parecer interesante. No funciona. Una tiempo le oí decir a alguien que no hay nada menos sexi que alguien intentando ser sexi. Lo mismo se puede aplicar para parecer ameno.
Redes sociales Las redes sociales son un tema tan de moda que no pueden faltar en una conversación con la persona que te gusta. Casi todos tenemos cientos de anécdotas que contar ya sea con los amistades o historias divertidas que nos pasaron en el lugar donde crecimos o en el colegio. Cuéntame alguna biografía divertida. No es necesario que sea nada especial o memorable, tan solo que sea divertido o sorprendente.